6 observadores de alto al fuego en Siria quedaron atrapados en un fuego cruzado durante la noche en el fuego cruzado del conflicto civil sirio fueron devueltos el miércoles a sus colegas de Naciones Unidos por rebeldes que luchan contra las fuerzas del presidente, Bashar el Asad.
La captura de los observadores en un ataque con pistolas y bombas en un funeral que mató al menos a 21 civiles puso de manifiesto lo implacable de la violencia que desafía el alto al fuego destinado a buscar una solución pacífica al levantamiento popular de la Primavera Árabe.
"Devolvimos a los seis con sus coches a un convoy de Naciones Unidas cerca de la entrada a Jan Sheijoun. Están todos a salvo, con buena salud y de camino a Damasco", dijo el comandante del Ejército Sirio de Liberación Abu Hassan a través de un teléfono satélite desde el lugar de la liberación.
Los observadores pasaron la noche con los rebeldes que dijeron temer un asalto de las fuerzas de Asad después del ataque al funeral.
La televisión progubernamental dijo que pistoleros no identificados abrieron fuego en el funeral. El comando rebelde dijo que la milicia proAsad fue la responsable y que sus fuerzas tenían los nombre de al menos 27 personas asesinadas.
El responsable de la misión de observadores, el general Robert Mood, confirmó que los inspectores estaban de camino a la base.
"Han salido de Jan Sheijoun y están de camino. Me expresaron que habían estado bien tratados", dijo a periodistas en Damasco.
El general expresó su gratitud al gobierno sirio por "facilitar la coordinación" para la salida de los observadores y a la población de Jan Sheijoun, a unos 220 kilómetros al norte de Damasco, por tratarles "con respeto".
"Ese tipo de violencia es obviamente el tipo de violencia que no queremos ver", dijo. "Esto no va a contribuir constructivamente a las aspiraciones del pueblo sirio".
RECUENTO DE UNA NUEVA MASACRE
La liberación se produjo después de que el grupo de la oposición con base en Reino Unido Observatorio Sirio para los Derechos Humanos dijese que al menos 15 personas habían sido asesinadas desde el jueves cuando las fuerzas de seguridad asaltaron el barrio de Shammas en Homs, parte del cual quedó reducido a escombros a principios de año por el fuego de artillería de las fuerzas de Asad.
El grupo dijo que las fuerzas de seguridad habían llevado a cabo ejecuciones sumarias en la ciudad. La grabación distribuida a través del sitio web Youtube mostró cuerpos -algunos con lo que parecían heridas por disparo- que supuestamente correspondían a las personas asesinadas durante las redadas en la ciudad.
No hubo confirmación independiente de los hechos desde dentro de Siria, que restringió el acceso a periodistas durante el levantamiento de la Primavera Árabe que dura 14 meses.
El Ejército Sirio de Liberación tiene un líder nominal con sede en Turquía y débiles conexiones con el dividido grupo de oposición política, el Consejo Nacional Sirio (CNS), que el martes reeligió a Burhan Ghalioun, un sociólogo residente en Francia desde hace años, como su líder por otros tres meses.
Los implicados en la votación, que se celebró en Roma, dijeron que el secular Ghalioun fue visto como aceptable por las numerosas sectas y grupos étnicos sirios, y para las principales facciones dentro del CNS que busca ser reconocido como el único representante legítimo de la oposición a Asad.
Poco tiempo después, Fawaz Tello, un destacado disidente, renunció al CNS, en el último abandono de figuras de alto nivel del grupo en los últimos meses.
Mientras el CNS debate su liderazgo, Damasco anunció los resultados de sus elecciones parlamentarias que señalan como una prueba de la determinación de Asad para resolver pacíficamente el levantamiento.
