Mexicanos condenados a muerte en Malasia

2024-03-20 1

El abogado de los tres mexicanos condenados a la horca por narcotráfico en Malasia, Kitson Foong, informó que mañana presentarán un recurso de apelación y confió en que ganarán el caso.

"Mañana mismo se va presentar la moción de apelación, hay todavía dos instancias a las que se puede recurrir, una es la Corte de Apelación, donde hay tres jueces y no solamente uno, y después está el Tribunal Superior, tenemos mucha confianza de que podemos ganar este caso", aseguró en entrevista con Radio Red.

"Nos sentimos con confianza porque vamos a someter varios puntos, uno de ellos es la enorme cantidad de pruebas que se perdieron, que fueron robadas por la Policía y esto es muy significante porque hay pruebas que señalan la inocencia de los hermanos".

Foong refirió que el caso fue tomado como cuestión de asistencia y de forma gratuita luego que tres abogados lo dejaran con anterioridad y se retiraran al ver la cantidad de droga que estaba involucrada.

El abogado de los hermanos Luis Alfonso, José Regino y Simón González Villarreal insistió en que llevará el caso hasta el final y está en constante comunicación con la familia de ellos.

"Hablé con ellos hace un par de horas (con la familia), estaban muy entristecidos por la noticia y me preguntaban que si valdría la pena que juntaran dinero para venir a ver a los muchachos", dijo.

En tanto, Consuelo Soto, esposa de Luis Alfonso González, expresó que tanto ella como los hermanos tienen fe de ganar la apelación.

"Tenemos fe en que en la apelación todo salga bien, ellos están optimistas de que todo va salir bien, tiene mucha fe", aseveró.

Una corte de Malasia sentenció a los tres hermanos originarios de Sinaloa a morir ahorcados tras ser declarados culpables de narcotráfico.

El juez Mohamed Zawawi Salleh, del Tribunal Superior de Kuala Lumpur, dictó la sentencia luego de un largo proceso que inició tras su detención en 2008.

Los hermanos, que no tienen historial delictivo en México, fueron arrestados en 2008 en una aislada fábrica de drogas en Malasia, donde la Policía confiscó más de 29 kilogramos de metanfetaminas, valorada en 15 millones de dólares.