La semana pasada, los pobladores de San Javier y La Mesa, en los límites de los estados de Sinaloa y Chihuahua, se encontraron un espectáculo en el cielo que poco tenía que ver con los fuegos artificiales de año nuevo.
"Fue un destello muy grande de luz, la gente dice que lo vio partirse en partes y cuando el helicóptero sobrevoló (la zona donde supuestamente cayó) se alcanzaron a ver dos llamaradas", le dice a BBC Mundo Rocio Labastida, directora del Centro de Ciencias de Sinaloa.
En el área sobrevolada se vieron columnas de humo y árboles quemados, pero debido a la dificultad para acceder al terreno, el meteorito, que se fragmentó en tres partes, sigue desaparecido.
Los expertos mexicanos, que colaboran con un programa de la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio de Estados Unidos (NASA), calculan que se trata de un objeto ligero de un metro de diámetro o menos, ya que los sismógrafos locales no detectaron ningún movimiento de la tierra por el impacto.
Enterritorio narco
Tampoco se sabe si se trata de un objeto pétreo, metálico o una mezcla de ambos. Ni siquiera descartan que pudiera tratarse de basura espacial.
Para conocer exactamente qué cayó en este rincón de la Sierra Madre mexicana hace falta llegar al lugar exacto donde se estrelló. Y eso no será fácil.
La accidentada geografía de la Sierra Madre occidental ha servido durante décadas a los carteles mexicanos -especialmente el de Sinaloa, que controla este territorio- para esconderse o para ocultar inmensos plantíos de marihuana y amapola.
Una expedición de geólogos y astrofísicos del Centro de Ciencias de Sinaloa y la Universidad Autónoma del estado tienen previsto inspeccionar la zona esta semana con el apoyo de la Protección Civil del estado.
"Es un territorio muy complejo, no sólo porque es una zona muy abrupta, también por la seguridad. No sabemos qué puede haber ahí, no podemos arriesgarnos a ir sin más", asegura Labastida.
Atraccion por los meteoritos
Si, como suponen los científicos, el objeto que impactó el 4 de enero vino del espacio exterior, Sinaloa habrá recibido ya el impacto de al menos tres meteoritos en cuestión de 138 años.
En 1874 se encontró en el poblado de Bacubirito una roca espacial de 20 toneladas, uno de los meteoritos más grandes del mundo, expuesto ahora en Culiacán, capital del estado.
Hace 18 años se reportó la caída de otro meteorito, que acabó fragmentado en rocas milímetras.
"Lo que llama la atención de los investigadores es que en siglo y poco hayan caído tres meteoritos en una zona tan pequeña. Por ahora sólo hay especulaciones", según la directora del Centro de Ciencias de Sinaloa.
"Podría tratarse de una cuestión de atracción magnética de la Tierra, pero es algo que se tiene que investigar".