La Tierra ha vuelto a temblar hoy en Asia. A las 14.46 horas (06.46, en España), un potente terremoto de 8,9 grados en la escala Richter ha sacudido al noreste de Japón y provocado un devastador tsunami de cuatro metros que ha arrasado sus costas. Las imágenes de la televisión NHK muestran una gigantesca ola arrastrando barcos, coches y casas y anegando el litoral
De madrugada -en torno a las ocho de la tarde en España-, un nuevo terremoto de 6,6 ha sacudido la prefectura de Nigata, en el noroeste de Japón, en la parte del país opuesta a la que esta mañana ha sido azotada por un fuerte seísmo y un posterior tsunami. El temblor se ha notado en varios edificios de la capital.
El último balance de víctimas del maremoto es de 351 fallecidos, 547 desaparecidos y 800 heridos, según la policía nipona.
El embajador de España en Japón, Miguel Ángel Navarro, ha anunciado que tres españoles podrían estar en la zona del terremoto y que todavía no han podido ser localizados.
Se trata del quinto terremoto más fuerte registrado en el mundo y el mayor que ha sufrido Japón, un país sujeto a una constante actividad sísmica al asentarse sobre el «Anillo de Fuego» del Pacífico. A 125 kilómetros de la costa oriental nipona, el epicentro se ha situado a una profundidad de 10 kilómetros. Aunque la sacudida se ha desatado a 380 kilómetros al noreste de Tokio, se ha dejado sentir en la ciudad, la mayor concentración urbana del mundo con 30 millones de habitantes.
Las agencias internacionales han informado de que los rascacielos de la capital han temblado durante unos interminables segundos y la gente, presa del pánico, ha salido a las calles corriendo y gritando. Se han caído las redes de telefonía móvil y el aeropuerto de Narita, el principal del país, ha sido cerrado, al tiempo que se ha suspendido el servicio del “tren bala” Shinkansen y algunas líneas metros han sido interrumpidas. El seísmo también ha provocado incendios en inmuebles y la televisión ha mostrado las imágenes de una refinería en llamas en la bahía de Tokio.
Pero la zona más afectada parece ser la prefectura de Miyagi, la más cercana al epicentro del terremoto. Debido a las extraordinarias medidas de seguridad con que se construyen los edificios en Japón, reforzados a base de acero y hormigón, todo parece indicar que la cifra final de fallecidos no será tan alta como si el terremoto hubiera ocurrido en países menos desarrollados, donde este seísmo habría sido devastador.
Alerta por tsunami en todo el Pacífico
El tsunami provocado por el potente terremoto de 8,9 grados que se ha registrado en el noreste nipón amenaza a la práctica totalidad del los países costeros del Pacífico, tras arrasar el litoral japonés y pasar, más debilitado, por Rusia, Taiwán, Indonesia, Filipinas y Hawai. La costa oeste de Estados Unidos y Canadá ha sido la última en sumarse a la alerta de ola gigante, que inicialmente se emitió para Japón, Rusia, Filipinas, las islas Marianas, Guam, Taiwán, las Islas Marshall, Indonesia, Papúa Nueva Guinea, Micronesia y Hawai (EEUU).
Según las predicciones del Gobierno japonés, hay un 70 por ciento de posibilidades de que un gran terremoto arrase Tokio en los próximos treinta años. El último gran terremoto que sufrió la capital nipona fue en 1923 y se cobró 140.000 vidas, mientras que el de Kobe mató a 6.400 personas en 1995. En la Navidad de 2004, el tsunami de Indonesia provocó 220.000 muertos en varios países del Océano Indico y sus olas llegaron hasta África.