Niños con TDAH: Los síntomas del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) en niños a menudo incluyen dificultades para concentrarse, impulsividad y actividad excesiva. Estos rasgos afectan el rendimiento académico y las interacciones sociales.
Desatención: La desatención es un síntoma clave en el TDAH. Los niños pueden tener problemas para mantener la concentración en tareas, perder objetos con facilidad y parecer distraídos frecuentemente. Esto suele impactar negativamente el rendimiento escolar.
Hiperactividad: La hiperactividad se manifiesta en la incapacidad de permanecer quieto. Esto en los niños se puede ver como ser inquietos, hablar en exceso y tener dificultades para jugar o participar en actividades de manera tranquila.
Impulsividad: La impulsividad se presenta como la dificultad para pensar antes de actuar. Los niños con TDAH pueden tomar decisiones rápidas sin considerar las consecuencias, lo que puede llevar a problemas en la escuela y en las relaciones.
Adultos con TDAH: Los síntomas del TDAH a menudo persisten en la edad adulta. La desorganización, la procrastinación y la dificultad para mantener el enfoque pueden afectar la productividad laboral y las relaciones personales.
Desorganización: La desorganización es común en adultos con TDAH. Pueden tener problemas para planificar tareas, cumplir con plazos y mantener un entorno ordenado, lo que puede generar estrés y dificultades en múltiples áreas de la vida.
Desafíos sociales: Los adultos con TDAH a menudo enfrentan desafíos en las relaciones interpersonales debido a la impulsividad y la falta de atención, como por ejemplo, tener dificultades para escuchar a los demás o seguir las normas sociales.
Inconstancia en el trabajo: En el ámbito laboral, los adultos con TDAH pueden cambiar de empleo con frecuencia debido a la inconstancia y la dificultad para mantenerse enfocados en tareas repetitivas, y esta falta de atención puede afectar el rendimiento laboral.
Procrastinación persistente: La procrastinación es una característica común del TDAH en adultos, pero la dificultad para iniciar tareas y la tendencia a posponer responsabilidades pueden afectar el logro de metas personales y profesionales tanto a corto como a largo plazo.
Manejo del TDAH: Tanto en niños como en adultos, el manejo del TDAH implica estrategias terapéuticas y de autogestión. La terapia cognitivo-conductual, el apoyo educativo y la implementación de técnicas de organización son fundamentales para mejorar la calidad de vida y el rendimiento.
