Educación y conciencia: Para los padres de niños con TDAH, la primera clave es educarse sobre la naturaleza del trastorno, pues comprender los síntomas y sus variaciones es esencial para ofrecer un apoyo adecuado.
Colaboración con profesionales: Trabajar en estrecha colaboración con profesionales de la salud mental y educadores facilita un enfoque integral, puesto que la comunicación abierta permite alinear estrategias y garantizar un entorno favorable para el desarrollo del niño.
Establecer estructuras claras: El TDAH a menudo se beneficia de rutinas estructuradas; esto se debe a que establecer horarios y límites claros proporciona previsibilidad, lo que puede ayudar a reducir la ansiedad y mejorar la gestión del tiempo.
Comportamientos positivos: Centrarse en el refuerzo positivo es fundamental. Reconocer y celebrar los logros del niño en su vivencia con TDAH, por pequeños que sean, refuerza su autoestima y fomenta los comportamientos deseables para su desarrollo cognitivo.
Fomentar la autonomía: Proporcionar oportunidades para la toma de decisiones dentro de límites establecidos fomenta la autonomía, lo cual fortalece la confianza y ayuda a los niños a desarrollar habilidades de autorregulación.
Sobre el entorno escolar: Colaborar con educadores para implementar adaptaciones en el entorno escolar es esencial. Estrategias simples como asientos preferenciales o tiempos de descanso pueden mejorar la experiencia académica considerablemente para el niño con TDAH.
Habilidades sociales: Enfocarse en el desarrollo de habilidades sociales también es una parte importante del desarrollo. El entrenamiento y la práctica en situaciones sociales ayuda a los niños a mejorar sus interacciones y relaciones con sus compañeros.
Manejo de emociones: Enseñar estrategias de regulación emocional es clave para abordar la impulsividad y las reacciones emocionales intensas, y técnicas como la respiración profunda y el uso de palabras para expresar emociones son beneficiosas para este objetivo.
Flexibilidad y paciencia: La flexibilidad y la paciencia son esenciales, pues siempre reconocer que el progreso puede ser gradual y que los enfoques pueden necesitar ajustes ayuda a mantener una perspectiva positiva y realista.
Red de apoyo: Buscar la conexión con otros padres que enfrentan desafíos similares crea una red de apoyo valiosa, y al compartir experiencias y consejos se obtienen perspectivas únicas que pueden reducir el sentimiento de aislamiento.
Cuidado personal: Finalmente, los padres deben recordar cuidar de sí mismos. El equilibrio entre la crianza y el autocuidado es fundamental para mantener la energía y la resiliencia necesarias para enfrentar los desafíos del TDAH junto con los hijos.