El 'tic tac' se ha activado para Francina Armengol.
La presidenta del Congreso de los Diputados está más que señalada por el caso de la compra de mascarillas defectuosas a una de las empresas del asistente de José Luis Ábalos, Koldo García, en el tiempo en que era presidenta de Baleares.
Los 2,6 millones de euros derrochados, procedentes de los Fondos Europeos, que no se reclamaron en más de tres años tienen a la socialista en el ojo del huracán.
Este 4 de marzo de 2024, Carlos Herrera, en su editorial en 'Herrera en COPE', dejó caer que esta puede ser la semana en la que la tercera autoridad del Estado caiga:
Esta semana puede ser la semana de la caída de Francina Armengol, ya veremos, desde luego va a haber que echarla con agua caliente y los bomberos y la UME y todo lo demás, pero hoy el PP presenta en el Congreso a una carta en la que solicita la dimisión de Paquita por su implicación en el escándalo de la trama de corrupción por la compra de mascarillas en el Ministerio de Transportes cuando lo dirigía Ábalos.
La situación de Armegol es insostenible porque cada vez más datos apuntan a lo que en el mejor de los casos, sería una grave negligencia,y en el peor, de connivencia con la trama.
Para el comunicador, no hay justificación alguna para el comportamiento de la socialista:
Y es difícil explicar el comportamiento de Armengol en el episodio, porque ya saben que el gobierno de Baleares presidido por ella durante la pandemia, compró mascarillas por casi 4 millones de euros a la trama de Koldo. Esas mascarillas resultaron inservibles y de hecho las amontonaron y a pesar de ello y de pagar religiosamente, Armengol tardó tres años en iniciar los trámites para recuperar ese dinero y además tuvo el cuajo de firmar un certificado de idoneidad del suministro para que otros picaran y compraran.
Además el contrato se preconcedió, es decir se adjudicó antes incluso de haber sido redactado. Son una serie de irregularidades que no ha tenido ninguna explicación por la actual presidenta del Congreso. Pero además hoy el diario El Mundo añade un elemento más: el contrato se hizo deprisa y corriendo cuando ya se sabía que las mascarillas eran defectuosas.
Aclaró que había una advertencia que debía de haber llamado la atención al equipo de Armengol:
Un subdirector de la Administración autonómica advirtió solo dos días después de que llegaran las mascarillas que no servían para nada y a pesar de eso se hicieron los trámites a toda velocidad y se ordenó librar el pago del suministro.
Con todo esto, esta tipa tiene que irse. La tercera autoridad del Estado no puede estar sometida a la sospecha de corrupción y a la certeza en cualquier caso de una absoluta desidia del manejo de los fondos públicos.