El mundo reaccionó con conmoción tras la muerte del líder opositor ruso, Alexey Navalny, en una remota prisión.
Navalny se desplomó y perdió el conocimiento, lo que provocó acusaciones de asesinato y explicaciones al gobierno ruso.
Líderes de todo el mundo afirman que Navalny pagó con su vida su valiente oposición al régimen de Putin.
"Conocí a Navalny aquí en Berlín cuando intentaba recuperarse en Alemania de un ataque con veneno y también hablé con él sobre el gran valor que se necesita para regresar a su país. Y probablemente ahora ha pagado este coraje con su vida", declaró el Canciller alemán, Olaf Scholz.
El Presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, culpó directamente a Putin de la muerte de Navalny.
Por su parte, el Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se declaró "no sorprendido", sino "indignado" por la noticia de la muerte de Navalny.
La Unión Europea, Canadá, la República Checa, Italia, Letonia, la OTAN, Noruega, Polonia, Suecia y el Reino Unido también condenaron la muerte de Navalny.
El ministro francés de Asuntos Exteriores, Stéphane Séjourné, expresó sus condolencias al pueblo ruso y a la familia de Navalny.
"Su muerte en una colonia penal nos recuerda la realidad del régimen de Vladimir Putin", declaró Séjourné.