Un estudio del 2007 descubrió que fumar marihuana contiene mas sustancias toxicas que fumar tabaco . El estudio determinó que fumar marihuana contiene 20 veces mas de amoniaco y 5 veces mas de ácido cianhídrico y óxidos de nitrógeno que fumar tabaco. De los efectos secundarios, es el incremento del apetito momentos después de ser dosificado, incluyendo una necesidad de azúcares y alimentos dulces. Este efecto es aprovechado, por ejemplo, en los pacientes tratados con quimioterapia, a los que les retira los vómitos y devuelve el apetito.
Uno de los efectos más conocidos es el incremento de la sensibilidad de las papilas gustativas por lo cual muchos alimentos (y más los que contienen azucares) suelen parecer más dulces de lo que realmente son. El aumento en los sentidos no solamente es en el gusto sino que se ven afectados el tacto, en donde parece que todo el tejido tegumentario posee sensibilidad, los sonidos se escuchan más claramente y hasta se identifican algunos que antes parecían apagados. Esto no es más que la simple alteración del funcionamiento normal de las neuronas, que si bien no es de gran peligro, cualquier abuso o uso prolongado puede traer consecuencias no deseadas.
La marihuana o el hachís (principalmente este último, más aún si es de calidad mediocre) puede producir efectos no deseados en el consumidor que pueden hacerlo sentir emocionalmente mal. Los factores que conllevan a que esto ocurra dependen de la estabilidad emocional del mismo y de las cantidades y calidades de las sustancias que consuma, así como del tiempo que se tarde en hacerlo.
Otro efecto secundario conocido es una ligera pérdida de la memoria a corto plazo. La memoria en sí no se ve afectada, horas o días después se recuerda todo lo olvidado bajo los efectos del Cánnabis. Si se usa en combinación con bebidas alcohólicas puede producir náuseas. El consumo prolongado e intenso, según algunos estudios, provoca una pérdida en la capacidad de aprendizaje, memorización y en la capacidad de fijar la atención.