Dos hombres adultos han sido acusados de asesinato de segundo grado por el tiroteo masivo en el desfile de la Super Bowl de los Chiefs de Kansas City.
Lyndell Mays, de Raytown (Misuri), y Dominic Miller, de Kansas City, también han sido acusados de acción criminal armada y uso ilegal de un arma.
En el tiroteo murió una persona y otras 22, de edades comprendidas entre los 8 y los 47 años, resultaron heridas, y ambos hombres están detenidos bajo fianza de un millón de dólares cada uno.
Los documentos judiciales afirman que ambos hombres eran desconocidos pero empezaron a disparar tras una discusión entre dos grupos de personas.
La fiscal del condado de Jackson, Jean Peters Baker, dijo durante una rueda de prensa que ambos hombres resultaron heridos de bala y fueron hospitalizados en el incidente.
Una declaración jurada de la policía informó de que la discusión comenzó cuando los miembros de cada grupo creyeron que el otro les estaba mirando fijamente.
Las imágenes de vigilancia mostraron a Mays acercándose agresivamente al otro grupo antes de abrir fuego, a pesar de estar rodeado por una multitud.
Mays dijo a la policía que "dudó en disparar porque sabía que había niños allí", según la declaración jurada.
Miller, según la declaración jurada, admitió haber efectuado entre cuatro y cinco disparos en la refriega, mientras que una bala de su arma mató a Lisa López-Galván, según las autoridades.
"Es tranquilizador para nuestra familia saber que este esfuerzo de equipo conjunto ha dado como resultado la identificación de los sospechosos implicados", decía un comunicado de la familia López-Galván.
Peters Baker dijo: "Quiero que entiendan que queremos que cada tirador responda por sus actos".