Alfonso Rojo como periodista, director de Periodista Digital y como un español de bien, se plantó en la calle Ferraz, en la protesta frente a la sede del PSOE que aguanta ya por casi tres meses.
Era un día clave el de este 30 de enero de 2024 por la ley de amnistía que finalmente salió mal parada del Congreso de los Diputados, pero no nos engañan, fue solo un jugueteo político. Un manoseo más a la ley que dentro de algunas semanas tendrá una nueva oportunidad para este Gobierno lamentable y los titiriteros golpistas que lo manejan.
Rojo se explicaba en Ferraz ante la cámara de Carlos Pecker:
"Nos hemos venido hoy a Ferraz, como veníamos al principio, porque creíamos que era un día especial. Es un día en el que ha habido una votación en el Congreso muy significativa y en el que están a punto de cumplirse 90 jornadas de protestas de indignados frente a la sede-puticlub del PSOE en Ferraz. Yo e el análisis que hago de hoy es que es un nuevo revés para Sánchez porque se ha puesto en evidencia otra vez hasta qué punto los golpistas controlan al Gobierno y pueden hacer de todo con él, pero ha habido una escenificación... Porque PSOE y Junts coinciden en muchas más cosas de lo que parecía hoy. No es que Sánchez se baje los pantalones ante Puigdemont, es que entra a las reuniones con el pantalón ya doblado. Si hoy no podían darles todo lo que pedían los golpistas es porque hay elecciones en Galicia dentro de 25 días. En la próxima ocasión, cuando vuelva esta ley al Congreso, les darán lo que pidan y el perro de la Moncloa".
Después, el periodista se dedicó a preguntar al personal las motivaciones que les llevan allí cada noche a protestar, o al menos, en la noche de autos. Una velada que pudo ser terrible y que a pesar de las pesquisas de Rojo de que la amnistía saldrá adelante, aún fue un balón de oxígeno para los apaleados españoles de bien.