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Podríamos establecer como punto de partida Fuengirola o Connecticut (EEUU), pero donde realmente empezó todo para Agustín Díaz Yanes fue en el Café Comercial. Ya había entrado en la treintena cuando empieza a escribir sus primeros guiones, mano a mano con Eduardo Calvo. "Escribíamos guiones para Estados Unidos y copiábamos películas. Por ejemplo, veíamos 'Grupo salvaje' y hacíamos un guion parecido. Por supuesto, nadie en América los leyó ni quiso saber nada de nosotros", ha dicho Agustín Díaz Yanes entre carcajadas.
Esos guiones no llegarían a buen puerto, pero sí lo hizo Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto, su primera película, que le valió dos premios Goya: por el guion y por la dirección. "Es una película que me da mucha pena pena porque hay gente que ya no está: Pepe Salcedo, Pilar Bardem...", pero lo más triste es que "ahora mismo esta película no se podría hacer porque tendría que pasar demasiados filtros. En esa época había mucha más libertad", ha asegurado el guionista.
Pero, desde luego, el gran pelotazo de Agustín vino de la mano de Arturo Pérez-Reverte con Alatriste, protagonizada por Viggo Mortensen: "Yo le quería conseguir a él, que era el una estrella mundial. Me fui a Berlín, donde estaba presentado la segunda del Señor de los anillos, y me dijo que esta película la hacía sin problemas. El único requisito que me puso es que no fuese en inglés, que fuese en español". Alatriste es una de las películas más caras del cine español, con un presupuesto que rondó los 24 millones de euros, y se llevó 14 nominaciones en los Goya del 2006. Uno de los tres cabezones que se llevó fue por la dirección de producción, que tuvo su mérito: "Llegamos 30 personas a Uclés, donde hicimos la batalla final, y les dije: por aquí van a venir 100 caballos. Había un patatal que era perfecto para rodar y lo que hicimos fue comprarle al dueño todas las patatas".
Ahora, que ya se estaba preparando para una jubilación dedicada a la escritura