Las familias del colegio valenciano Tomás de Villarroya, especializado en alumnado con discapacidad motriz, han denunciado los continuos problemas con el único ascensor del que disponen y han exigido la instalación de un segundo elevador. Como consecuencia de estas averías, el alumnado del colegio está dando las clases en el patio o en el gimnasio, una solución que para los padres del centro no basta.