El actor Arnold Schwarzenegger fue retenido por funcionarios de aduanas en el aeropuerto de Múnich por un reloj de alta gama que llevaba consigo.
El actor, que se dirigía a un acto benéfico en Alemania, sufrió un retraso de tres horas porque le pidieron que pagara los impuestos del reloj antes de poder salir del país.
A pesar de las acusaciones de "chantaje incompetente" y "comedia total de errores", Schwarzenegger cooperó plenamente con los funcionarios.
Los agentes tuvieron problemas con los métodos de pago, incluido un intento fallido de utilizar una máquina de tarjetas de crédito y un cajero automático con límites insuficientes.
Según la revista People, Schwarzenegger recibió finalmente el visto bueno y se le permitió llevar el reloj a la subasta benéfica.
La estrella participará en la cena y subasta medioambiental en el Stanglwirt, cuya recaudación se destinará a proyectos climáticos.