Son muchas las personas las que por obligación o necesidad no han podido trabajar para dedicarse a las tareas del hogar y ser amos de casa. El trabajo de ama de casa es igual que cualquier otro, pero con la diferencia que no cotiza a la Seguridad Social y, por tanto, no genera cotizaciones para la futura pensión de jubilación en su modalidad contributiva, lo que provoca que estas personas queden desamparadas económicamente.