Cuando los competidores de Free Fire, el popular videojuego de disparos en línea, se enfrentan a la guerrera Mami Nena, pocos imaginaron que detrás del avatar de kimono corto, guantes negros y mascara de colmillos está alguien como María Elena Arévalo, una abuelita chilena de 81 años que vive en Llay-Llay, un pueblo rural a 90 km de Santiago.