No cuela el argumento del delito de odio.
A pesar que desde el PSOE y el Gobierno Sánchez se ha salido en tromba a defender la idea de que el apaleamiento de un muñeco que representaba al presidente socialcomunista tenía que ser llevado a la Fiscalía, lo cierto es no hay jurista en España que se atreva a respaldar la ocurrencia.
Javier Chicote, periodista de investigación del diario 'ABC' y contertulio habitual en 'Todo es mentira' (Cuatro), aseguró que no había rastro alguno de delito, independientemente de que él consideró que, en todo caso, ese tipo de 'performances' lo único que hace es beneficiar, precisamente, al PSOE y a la figura de Pedro Sánchez.
Aquí no hay ningún delito, no lo hay por ningún lugar. ¿Qué va a hacer la Policía? ¿Le va a poner un flexo a este señor y a preguntarle que por qué apaleó al muñeco? Es que esto es una locura. El PSOE sabe perfectamente que esto no es ningún delito.
La gente tiene derecho a ser imbécil y también a mostrarlo. Yo eso es lo que vi, a gente mostrando su imbecilidad en la calle y haciéndole un gran favor a Pedro Sánchez porque cuando apaleaban al muñeco no sé si ellos se imaginaban que Pedro Sánchez estaría en una esquina de La Moncloa llorando y diciendo, "¡oh, están apaleando el muñeco con mi cara!" Pues nada de eso, estaba frotándose las manos del favor que le estaba haciendo la ultraderecha.
Pero estos señores tienen derecho a la libertad de expresión y yo soy un firme defensor de esa libertad de expresión y de que la gente haga cosas que a ti no te gusten. Las pueden hacer, se puede hacer un monigote. Lo que no tiene sentido es que el PSOE con una mano diga que hay que despenalizar las injurias a la Corona o que se queme la bandera y que por el otro diga que hay que llamar a la Fiscalía para investigar esto.
Es que esto entra dentro de la libertad de expresión, que es que Pedro Sánchez no pertenece a ningún colectivo vulnerable, es un político en ejercicio, con un cargo público, hombre, de mediana edad, blanco, heterosexual. No tiene protección ninguna en cuanto a su imagen