Santos Clemente Vera estuvo siete años y 10 meses en la cárcel por los asesinatos de Cassandre Bouvier y Houria Moumni. Lo absolvieron en el juicio, pero el Tribunal de Impugnación de Salta lo condenó a perpetua en 2016. La Corte Suprema revocó el fallo. Lo apoyaba hasta el papá de Cassandre, que celebró y pidió reabrir la investigación.