Titulan los medios de comunicación no adictos al Régimen, haciendo balance de lo mal que va España, con una frase lapidaria: ’Jueves negro para Sánchez’.
Como periodista, discrepo; aunque sólo parcialmente.
Todas los días son negros, desde que nos cayó encima esta peste.
Partiendo de la evidencia de que la mayoría de las cosas son oscuras en el sanchismo, hay que reconocer que la de ayer fue una jornada particularmente lóbrega para el jefe del PSOE y sus compinches.
El Tribunal Supremo anuló el nombramiento a dedo de la la exministra socialista Magdalena Valerio, como presidenta del Consejo de Estado.
El Consejo del Poder Judicial, por primera vez en su Historia, rechazó el nombramiento de un fiscal general, subrayando que el socialista García Ortiz no es persona idónea para para el cargo.
Israel, que ha reanudado en Gaza la batalla contra los terroristas de Hamas, retiró su embajadora en Madrid, tras escuchar como desbarraba en TVE el antisemita Sánchez.
El Gobierno italiano criticó la Ley de Amnistía Sánchez-Puigdemont, porque amenaza el Estado de Derecho en España.
Más o menos en línea de lo que hicieron, el veterano socialista Felipe González y Francisco Pérez de los Cobos, expresidente del Tribunal Constitucional.
El Tribunal de Cuentas desveló que ha detectado un descontrol del carajo de la vela en los contratos de la fundación que preside la vicepresidenta Nadia Calviño.
En otras palabras, que los socialistas siguen a lo de siempre, que son los puticlubs con tarjeta oro oficial y pillar a dos manos en la caja a la que van los impuestos de todos los españoles.
Repsol amenazó con llevarse a Francia o Portugal inversiones de 1.500 millones, por la falta de seguridad jurídica y fiscal que esparrama la Coalición Frankenstein.
La lista es mucho más larga, pero no son estos tiempos de lamento, sino de lucha y debemos centrarnos en lo importante, que para mi, ahora, es esa negociación secreta que Sánchez y el PSOE perpetran en Ginebra, con Puigdemont y los golpistas catalanes, bajo la supervisión ‘anónima’ de los bien pagados representantes del mal llamado Centro para el Diálogo Humanitario Henri Dunant.
Digo pagados, porque encima pagaremos nosotros sus orondos emolumentos.
Para ponerles a ustedes en perspectiva, recordar que esos fulanos son los que se lo llevaron crudo mediando y haciendo de testigos en las negociaciones entre los narcoguerrilleros de las FARC y el Gobierno de Colombia o entre las bandas que protagonizaban la carnicería en Libia.
Sánchez que acaba de lanzar su ‘Ministerio de la Verdad’, creando crea una dirección general de ‘Discurso y Mensaje’ en La Moncloa, etiquetó en TVE a estos de la Henri Dunant, como ‘acompañantes’.
Eso, cuando nos enteramos de que planea ascender a número 2 de la Policía Nacional al comisario Manuel Soto Seoane, quien como jefe Superior en Madrid se encarga de reprimir a porrazos, con gases y pelotas de goma la protesta diaria de los ‘indignados’ ante la sede del PSOE en Ferraz.
Y que el Gran Ecologi