En Israel viven unos 25.000 inmigrantes procedentes de África que se han visto forzados a huir de la represión y los conflictos en sus países. Los eritreos representan a más de 17.000 de los africanos residentes allí y han sido señalados por la retórica antimigración del Gobierno de extrema derecha. Recientes enfrentamientos de eritreos en Tel Aviv hicieron que Israel reforzara sus normas para obligarlos a abandonar su territorio, con medidas como retención de salarios o pagos por mudarse.