Brasil se enfrenta a una ola de calor sin precedentes que ha provocado alertas rojas en casi 3.000 ciudades.
Río de Janeiro alcanzó recientemente una temperatura récord de 42,5°C, con una humedad que hacía que parecieran 58,5°C.
São Paulo registró una temperatura media de 37,3°C durante toda la semana, afectando a más de cien millones de personas.
Las autoridades atribuyen las condiciones extremas al fenómeno de El Niño y al cambio climático.
Se han emitido alertas rojas, que señalan temperaturas de 5°C por encima de la media durante más de cinco días consecutivos, lo que supone importantes riesgos para la salud.
La ola de calor, que se adelanta al verano, ha provocado un consumo récord de energía, ya que los residentes intentan mantenerse a salvo del calor.
Esto se produce en un momento en que los fenómenos meteorológicos extremos inducidos por el cambio climático se intensifican en todo el mundo.