¿Qué es?: La ansiedad social es un trastorno que se caracteriza por un miedo intenso y persistente a las situaciones sociales, especialmente aquellas en las que se puede ser evaluado o juzgado por los demás.
Síntomas comunes: Palpitaciones, sudoración, temblores, náuseas, dificultad para respirar o mareos ante la exposición a situaciones sociales, y pensamientos negativos sobre uno mismo, sobre cómo se percibe a los demás y sobre cómo se cree que los demás lo perciben.
Comportamiento: Evitación o huida de situaciones sociales, o afrontamiento con mucho malestar, acompañado de baja autoestima, aislamiento social, dificultades para relacionarse, problemas académicos o laborales, depresión o abuso de sustancias.
Causas: Factores genéticos o biológicos que predisponen a una mayor sensibilidad al estrés o a una menor regulación de las emociones. El entorno y la crianza pueden crear ideas irracionales, expectativas negativas o experiencias traumáticas en el ámbito social.
Tratamientos: Las formas de terapia más comúnmente usadas son la terapia cognitivo-conductual, la cual a veces también puede ir acompañada de la terapia de exposición. Esto dependerá de cada persona y sus necesidades.
Terapia de aceptación y compromiso: Se enfoca en aceptar las sensaciones y pensamientos asociados a la ansiedad social, sin evitarlos ni juzgarlos, y en actuar de acuerdo a los valores personales.
Terapia grupal: Esta forma de terapia permite compartir las experiencias y los sentimientos con otras personas que sufren de ansiedad social, y practicar las habilidades sociales en un entorno seguro y controlado.
Medicación: Esta puede ayudar a aliviar los síntomas físicos o psicológicos de la ansiedad social, pero no debe ser el único tratamiento, sino que debe combinarse con alguna forma de psicoterapia para ser realmente efectivo.
No estás sole: La ansiedad social es un problema común que afecta a muchas personas en algún momento de sus vidas, pero que tiene solución si se busca ayuda profesional y se sigue un tratamiento adecuado.
La vida continúa: No hay que sentir vergüenza ni culpa por tener ansiedad social, pues este es un trastorno que se puede superar con esfuerzo y apoyo. Tampoco tiene por qué limitar tu vida. Se puede aprender a convivir con ella y disfrutar de las relaciones sociales.