El brutal femicidio tuvo lugar en un pequeño paraje de la localidad de 2 de mayo, provincia de Misiones.
El hombre, absolutamente alcoholizado, destrozó a disparos un transformador de energía eléctrica para dejar sin luz a los habitantes del lugar y así poder cometer el asesinato.
El sujeto esperó a su víctima agazapado entre los arbustos y la asesinó sin mediar palabra.
Posteriormente terminó de tomar el resto de bebida que quedaba en la botella y se quitó la vida.