Nuestra rutina diaria de cuidado de la piel puede volverse aburrida y, con el tiempo, no obtener los resultados deseados.
Por suerte, hay señales que nos indican que nuestra rutina de cuidado de la piel necesita un ajuste y métodos eficaces para realizar esos cambios.
Si llevas mucho tiempo utilizando los mismos productos, puede que haya llegado el momento de probar productos que se adapten a tu edad y a tu tipo de piel.
Otro síntoma es que no veas resultados, tengas brotes o la piel se te reseque.
Si tu piel reacciona al clima, puedes adaptar tu rutina a las estaciones, ya que la piel tiene necesidades diferentes según la época del año.
Con la edad, la piel se vuelve más sensible y los productos que antes toleraba bien pueden irritarla.
Comprueba los ingredientes de tus productos de cuidado de la piel antes de hacer cambios, ya que podría ayudarte a determinar el ingrediente que no le sienta bien a tu piel.