Lluvias de una intensidad inusual han inundado este viernes sótanos, calles y numerosas estaciones de metro de Nueva York, así como las instalaciones de un centenar de colegios, si bien los responsables de los centros recomendaron que los estudiantes siguieran en el interior, dado que fuera el riesgo era aún mayor por la caída de árboles sobre las aceras y la calzada, según varios medios locales. La intensidad de las precipitaciones, que ha provocado la declaración del estado de emergencia en la ciudad, Long Island y el valle de Hudson, ha sido calificado de “amenazante” -es decir, potencialmente mortal- para la integridad de las personas. La Gran Manzana se encontraba este mediodía casi colapsada, al anegarse parte del trazado del metro, la principal arteria de la ciudad. La alerta alcanza a más de 8,5 millones de personas, la población estimada del conurbano, así como a los estados vecinos, sobre todo Nueva Jersey.