Todo el mundo tiene una visión diferente del romanticismo, algunos optan por ser cariñosos y otros por organizar cenas a la luz de las velas.
Sin embargo, los expertos han identificado cuatro rasgos que determinan si una persona es románticamente competente: factores perceptivos, conductuales, interaccionales y asortivos.
Los investigadores descubrieron que las personas que evitan las inseguridades y los celos tienden a ser las más competentes desde el punto de vista romántico.
Sorprendentemente, el estudio concluyó que la pasión no es tan importante como podría pensarse, ya que no refleja necesariamente amor, confianza o fidelidad.
Las personas románticamente competentes tienden a ver las relaciones desde una perspectiva más positiva, con menos preocupaciones y dudas.
También tienden a elegir parejas que posean cualidades intrínsecas como la amabilidad, en lugar de factores extrínsecos como la riqueza o el prestigio.
Las parejas accesibles y receptivas suelen ser las más satisfechas en sus relaciones, lo que demuestra su "competencia conductual".
Se ha demostrado que el optimismo es un factor clave para determinar el grado de competencia de las personas, ya que las mejores parejas son menos propensas a la inseguridad.
Cuando ambos individuos son optimistas, sociables y accesibles, son interactivamente competentes.
Este fenómeno está relacionado con el "emparejamiento asortativo", que significa que niveles similares de inteligencia o atractivo conducen a una mayor compatibilidad.
Estos valores tienden a reforzarse con la edad, lo que indica que la larga experiencia en una relación da una mejor idea de lo que hay que evitar.