Les juro que me asombra la cantidad de ‘almas cándidas’, de ‘ingenuos’, que hay en el centroderecha español.
No voy a usar el termino tontos, lelos o agilipollados, que es lo que me pide el cuerpo, sino sólo ‘pardillos’.
Porque ya me dirán ustedes si no hay que ser cretino para seguir emperrado en la tesis de que hay un PSOE bueno, diferente del de Pedro Sánchez, y aferrarse a la memez de que Felipe González y los veteranos del partido nos salvaran a todos.
Andan hoy los cretinos bienintencionados, que abundan en el PP y en los medios de comunicación, dándole vueltas a la entrevista que el santificado González concedió a Alsina en Onda Cero.
Y subrayan que le endiñó un palo memorable a Sánchez, porque soltó que “en la marco de la Constitución no caben ni el derecho de autodeterminación ni la amnistía” y que el PSOE “no tiene nada que ver con los independentistas ni con Bildu”.
Perfecto machote, pero ahora -si tienes huevos y no te preocupa dejar de hacer caja una temporada o que el rojerío sectario te vitupere un poco- échate al ruedo.
Coge el toro por lo cuernos, levanta el teléfono, marca el número de Carlos Herrera, el Ana Rosa, el de Susanna Griso, el de García Ferreras, el de Angel Expósito, el de tu admirador Xabier Fortes e incluso el del pringoso Evole y diles -alto y claro- que tienes mucho interés en ir a sus programas y despacharte a gusto.
Que acudes a calzón quitado, decidido a subrayar que Sánchez es impresentable y que quien respalde con sus votos, su silencio o su condescendencia el engendro de la Coalición Frankenstein, que el PSOE urde con la comunista Díaz, el terrorista Otegi y el golpista Puigdemont, es un miserable y un traidor a España.
No lo hará, como no asumió en su día que él era ‘Míster X’ y que el GAL fue la única opción que los franceses nos dejaron, cuando los terroristas vascos asesinaban tres inocentes a la semana.
Ni siquiera imitará a Nicolás Redondo o a Corcuera y anunciara que abandona el PSOE, porque está podrido.
Felipe González, al estilo Page, Bono, Vara, Belloch y demás monaguillos sociatas, seguirá chupando del bote, con cara de asco y llegado el momento, posará con Sánchez para otra foto infame.
No se si han reparado en que en su charla con Alsina, el sobrevalorado González, a propósito de posibles coaliciones, tuvo la desvergüenza de equipar a VOX con Bildu, como hacen Sánchez y su panda.
Que quien enterró al senador Enrique Casas, secretario de Organización del PSE, al mítico dirigente guipuzcoano Fernando Múgica y al presidente del Tribunal Constitucional Francisco Tomás y Valiente, entre otros dirigentes socialistas masacrados por ETA, se sume al coro de los que equiparan a lo herederos de los asesinos con un partido constitucional, patriota y español, le retrata.
Lo hizo, parodiando a los paniaguados tertulianos de centroderecha que no cargan nunca contra Sánchez y compinches sin cubrirse antes enfatizando que discrepan de VOX, para granjearse la benevolencia de los zoquetes que equiparan a Ortega