Marzo de 1994, Horacio Gómez Bolaños, mejor conocido por su personaje de Godinez
en el Chavo del 8, acaba de optar por regresar al entorno donde siempre se sintió más
cómodo: las sombras. Decidió dedicarse a lo que más amaba: escribir, producir y
gestionar aquello que le había brindado grandes beneficios durante varios años. No
estaba experimentando, era un refugio seguro y placentero para él.
Apartado de la escena, sufrió un terrible accidente, de esos que no te quitan la vida,
pero que se encargan de dejar las suficientes secuelas como para ir desmoronando la
fortaleza de cualquier mortal. Desde ese momento, tuvo su movilidad reducida, y se
movió en silla de ruedas, dependiendo siempre de alguien, para realizar cualquier
actividad simple y vital.
Sin embargo, un gran proyecto lo mantenía activo y entusiasmado, pese a la tristeza
con la que lidiaba todos los días por su salud. Este motor que alimentó su pulsión de
vida, se trataba de un gran homenaje y reconocimiento a su hermano.
Pero quizás debido a una depresión silenciosa, que fue oprimiendo su corazón, sucedió
algo que dejaría atónitos y tristes a todos sus compañeros de trabajo y familia, algo que
nadie esperó y en consecuencia los tomó por sorpresa…Así es, a sus 69 años de edad,
la vidaaa...o mejor dicho la muerte, está a punto de sorprenderlo...
