Algunas personas son muy detallistas al preparar su té, pero no es extraño cometer errores al hacerlo. Descubre tres errores que puedes estar cometiendo:
1. Volver a hervir el agua.
Volver a hervir el agua que ha quedado en la tetera arruina el sabor del té.
Esto elimina el oxígeno que el té necesita para su sabor.
2. Usar la cucharilla equivocada.
El material de la cucharilla importa para el sabor.
Las de oro son ideales, seguidas de las de acero inoxidable.
Las cucharillas de oro son las que dejan el sabor más puro, pero las de acero inoxidable también son buenas porque son menos reactivas que las de plata.
3. Poner la leche al final.
Añadir la leche al principio, según un profesor de la Universidad de Leeds, mejora el sabor al permitir que se una con los compuestos del té y los minerales.
Según el profesor, el sabor de la infusión se debe a los diferentes compuestos del té.
Si se añade la leche antes, ésta se une a los minerales, lo que da como resultado un mejor sabor general.