Un agente inmobiliario recibió una multa de 20.000 dólares tras ser captado con las cámaras de videovigilancia bebiendo leche de la jarra de un propietario.
El incidente ocurrió mientras esperaba a que sus clientes, posibles compradores,
vieran la propiedad.
Los propietarios de la vivienda presenciaron cómo abría el frigorífico, bebía leche de la jarra y la devolvía a su sitio.
Se acordó que se le impondría una multa por conducta impropia según la Ley de Servicios Inmobiliarios en acuerdo con la Autoridad de Servicios Financieros.
Además, se añadieron 2.000 dólares para cubrir los gastos de aplicación de la ley por parte de la autoridad.
El agente inmobiliario explicó que su comportamiento fue inusual debido al estrés y a la medicación que tomaba, lo que lo hacía sentir deshidratado.
Los propietarios le pidieron que no volviera a su casa y fue reemplazado.
También se cree que cambió de agencia inmobiliaria después del incidente.