Colosal síntesis de lo que significan tanto Pedro Sánchez como el sanchismo.
Cayetana Álvarez de Toledo, diputada nacional del Partido Popular, subió a sus redes un vídeo esclarecedor de quién es realmente el inquilino de La Moncloa y la imagen, desde luego, resulta demoledora a la hora de aquellos que aún sigan pensando que se trata de un político de altura (y no nos referimos a su estatura física, evidentemente).
La que fuera portavoz del Grupo Popular en el hemiciclo de la Carrera de San Jerónimo arranca con fuerza:
Voy a hablar del sanchismo para explicar exactamente en qué consiste porque hay una cierta confusión circulando.
Entra a explicar de manera breve, pero contundente, qué es exactamente eso que todo el mundo llama pomposamente sanchismo:
El sanchismo no es sólo una forma vulgar de hacer política: la mentira, el oportunismo y la chulería, es decir esos andares de galán de tranvía. El sanchismo es un proyecto de poder a largo plazo y su objetivo esencial es la liquidación de la España constitucional pactada en el año 1978.
Procede a hacer una amplia relación de todos los desmanes perpetrados por su nefasta labor al frente de La Moncloa:
El indulto de los líderes del 1 de octubre, la derogación del delito de sedición, la rebaja del delito de malversación, el blanqueamiento de Bildu, el asalto a la Justicia, la colonización de las instituciones, la ley de Memoria antidemocrática, la agitación del guerracivilismo, la reivindicación de la Segunda República como una etapa luminosa, la expulsión de la Guardia Civil del País Vasco, de Navarra y de donde sea, los ataques directos o sibilinos a la Corona, la demonización de la oposición, todo eso forma parte de un plan para sustituir el orden constitucional por un caos en el que Sánchez mande, a él le gustaría reinar, por descarte.
Y no duda en subrayar que Pedro Sánchez, si de él dependiera en exclusiva, procedería a hacer añicos el Estado de Derecho en España:
Lo que preside este señor no es un Gobierno en sentido estricto, sino un proceso de ruptura. Y ese proceso sigue, de momento, en marcha.