Salvador ha regresado de la guerra, agotado, en los huesos, pero vivo. María vive con desconcierto su vuelta, sin saber cómo asumir la situación. Mientras Jana sigue dolida porque Manuel ha decidido apostar por su matrimonio, y se promete a sí misma encontrar la forma de olvidarse de él. Gregorio anda molesto porque se difundiera entre los criados la noticia del ataque de Cruz a la Baronesa. Y también porque Rómulo se le ha tomado la libertad de pedir al marqués que readmita a Salvador como lacayo. Curro presiona a Simona para que le confiese lo que sabe de su madre. La cocinera acaba hablándole de Dolores, pero Curro no puede soportar la verdad, que es hijo de una doncella. Curro le exige a Jana que no vuelva a hablarle de su pasado. Catalina, harta de que no le dejen hacer nada, decide irse de la Promesa y su padre acepta. La Baronesa decide poner una denuncia contra Cruz por intento de asesinato.