Un error inocente que cometen los padres al dar medicamentos a sus hijos podría provocar sobredosis en el futuro.
Steve Brownett-Gale, de la empresa farmacéutica Origin, afirmó que referirse a los comprimidos como "caramelos" para sobornar a su hijo a que se los coma puede ser fatal.
Brownett-Gale reconoció la dificultad a la que se enfrentan los padres en este asunto, insistiendo en que "todos hemos pasado por eso".
"Puede ser tentador hacer las cosas más fáciles llamando a los comprimidos golosinas, pero si su hijo llegara alguna vez a tener en sus manos medicamentos sin supervisión, no se dará cuenta de que sólo deben tomarse cuando están enfermos y en pequeñas cantidades", dijo.
En su lugar, animó a los padres a "enseñar a sus hijos desde pequeños el uso seguro de los medicamentos y elogiarlos".
Brownett-Gale se refirió a un hallazgo del NHS que afirma que "el 70% de los niños ingresados por intoxicación se debe a una ingestión accidental".
Entre los consejos para evitar catástrofes figuran comprar medicamentos en envases a prueba de niños y guardar las pastillas en un lugar alto, fuera del alcance de las manos pequeñas.