Dependiendo de dónde nos encontremos, los mosquitos pueden ser desde una molesta plaga hasta una legítima sentencia de muerte.
Un estudio reciente ha revelado el olor del cuerpo humano que atrae a los mosquitos.
Los mosquitos se sienten más atraídos por los ácidos carboxílicos transportados por el aire, entre los que se encuentra el ácido butírico.
Este compuesto es más conocido por estar presente en quesos maduros y "apestosos" como el Limburger y el Époisses.
Estos compuestos también se encuentran en las bacterias de la piel humana, pero tendemos a no notar el olor.
El estudio también descubrió que una sustancia química llamada eucaliptol, presente en varias plantas, disuadía a los insectos.
La malaria causa más de 600.000 muertes al año, y los mosquitos son uno de sus principales transmisores.
Este conocimiento de lo que atrae y disuade a los mosquitos podría ayudar a salvar vidas mediante la creación de medicamentos repelentes de mosquitos.