Emiliano García Page ha sacado, una vez más, su vena machista, pero esta vez dirigida directamente a su propia hija, quien ha tenido que soportar cómo su vida sexual era publicitada y ridiculizada por su propio padre, con un comportamiento totalmente impropio, tanto en el fondo como en las formas, de un presidente de Castilla-La Mancha.
Fue en el marco de un mitin electoral en la primera semana de campaña de cara a las regionales del 28-M, y da grima verlo.
En el discurso celebrado en Azuqueca de Henares (Guadalajara) García Page se vino arriba y contó públicamente intimidades y cuestiones sexuales de su propia hija, contraponiéndola además a su hijo varón:
“A la chica no la pregunto…”, pero a mi hijo sí porque “es de esos de raza”.
Por si no fuera suficiente, ha hecho público que su hija, en relaciones sentimentales “decidió estudiar antes que… empezó por las clases teóricas”.
Tachándola de timorata, ha soltado una conversación mantenida con ella en la que le decía que “Tú estudias el cuerpo humano en las clases de Medicina pero las prácticas las hace tu hermano” mientras con su carcajada dejaba en ridículo a su propia hija.
¿Cuántos episodios bochornosos más debemos soportar?
Al igual que sucedió con su comportamiento contra la alcaldesa de Talavera, Page sigue obsesionado es mostrar su vena machista diciendo cuándo y con quien tiene que casarse una mujer. Ayer, públicamente, hacía de casamentero con su propia hija. ¿Page no va a disculparse ni a rectificar su lamentable comportamiento?
Son demasiados episodios ya en los que públicamente muestra que no está en condiciones y en los que, además, insulta gravemente a las mujeres de toda la región, representadas en las dos últimas ocasiones, en su hija y en una candidata de su propio partido. Muchos son los abochornados dentro de las propias filas socialistas.
