Investigadores del Instituto de Tecnología de Illinois afirman que incluir sandía en la dieta podría promover una mayor salud general.
Los investigadores analizaron las pruebas preclínicas y de ensayos clínicos publicadas sobre esta fruta entre 2000 y 2020.
La sandía contiene dos aminoácidos llamados citrulina y arginina que, según los científicos, son "precursores" del óxido nítrico.
El óxido nítrico es una molécula importante que ayuda a controlar la presión arterial, los niveles de glucosa y la reducción de lípidos.
Esto sugiere que comer sandías podría ser una buena forma de apoyar la salud cardiometabólica.
El estudio reveló que la sandía también puede ayudar a la salud cerebral y al control del peso.
Es necesario seguir investigando para determinar el tamaño ideal de la ración de sandía para personas de distintas edades y sexos.