“No tengo datos sobre si existen otros diputados socialistas implicados en el caso Mediador”. Esto, y poco más, decía ayer Pedro Sánchez en su entrevista en La Moncloa con Pedro Piqueras sobre el escándalo de presunta corrupción del ya exdiputado socialista conocido como Tito Berni.
Sánchez escurría el bulto mencionando supuestos casos de corrupción del Partido Popular metiendo en el ajo hasta a Feijóo y sin perder la oportunidad de atacar a la presidenta madrileña, a quien acusó sin pruebas de ocultar la corrupción: “El modelo del PSOE es contrario a Ayuso, atajamos la corrupción, no la encubrimos", se atrevía a decir Pedro Sánchez.
Sin embargo, el Presidente del Gobierno, no mencionó, igual es que no se acuerda, el mayor caso de corrupción que ha habido en España: los ERE de Andalucía. Tampoco debe acordarse que José Antonio Griñán, condenado a seis años de cárcel, no ha entrado en prisión y que, hace unos meses, todo el socialismo defendía al que fuera presidente de la Junta de Andalucía diciendo que era buena persona y que era inocente. Incluso estuvo a punto de ser indultado.
Por el contrario, Sánchez aseguró que desde que es Secretario General del PSOE, siempre se ha actuado “de manera tajante y contundente ante cualquier caso de corrupción que se haya podido perpetrar en el Partido Socialista”.