Disciplinar a tu hijo es algo con lo que muchos padres luchan, así que aquí tienes algunas formas sencillas de mantener a tu hijo a raya.
1. Sé un modelo para tu hijo
Todos los niños aprenden viendo lo que hacen sus padres. Muéstrale a tu hijo el comportamiento que esperas de él haciéndolo tú mismo.
Por ejemplo, sentarse a comer en familia es una forma estupenda de enseñar a tu hijo modales en la mesa y a comer sentado.
2. Elogia a tu hijo por su buen comportamiento
El elogio es tan importante como la crítica a la hora de disciplinar a un hijo.
Elogiar a tu hijo cuando se porta bien hará que sea más probable que siga portándose bien en el futuro.
3. Consecuencias claras
El incumplimiento de las normas debe tener consecuencias claras. Las consecuencias pueden incluir la pérdida de dinero de bolsillo o menos televisión.
Para que el niño lo entienda, las consecuencias deben ser siempre las mismas para el mismo comportamiento.
4. Elige tus batallas
No podrás decir que no a todo siempre, así que decide qué es lo más importante para ti.
La mayoría de los malos hábitos se les van quitando a los niños con el tiempo, así que clasifica los hábitos de tu hijo en malos y en no importantes.
Es importante que tu hijo tenga una buena relación con sus padres, no la estropees por tonterías que ya superará.
