La Guardia Civil realizó la detonación controlada de dos granadas de mortero de la época de la Guerra Civil. Se encontraban en un domicilio de Ólvega (Soria) donde se utilizaban como objetos de decoración.
Se hallaron por casualidad. El propietario del inmueble en el que se encontraban las granadas había fallecido y las personas que se hicieron cargo del mismo detectaron la presencia de estos artefactos y dieron el aviso.