Dicen que la cara es el reflejo del alma.
Y, desde luego, en el caso de Pilar Llop lo que se pudo ver es a una ministra de Justicia totalmente paralizada por el tremendo repaso que le propinó la diputada del PP Marga Prohens.
Evidentemente, el asunto no fue otro que la llamada ley del solo sí es sí y los efectos devastadores que está causando con más de 400 agresores sexuales beneficiados con reducciones de condena.
La socialista, cada vez que era enfocada por las cámaras, ponía cara de circunstancias y hasta en alguna ocasión hizo el amago de asentir ante las palabras de la líder de los populares en las Islas Baleares.
Prohens fue directo a la yugular de Llop asegurando que la responsable de la cartera de Justicia no debía de haberse callado ante una ley que iba a deparar tremendo desaguisado:
Usted tenía una doble responsabilidad. Pero optó por callar. Calló cuando Sánchez dijo que era un hito feminista, calló cuando la secretaria de Estado para la Igualdad se rio de las víctimas, calló cuando desde el Gobierno se insultó a sus compañeros jueces como fachas con toga, calló cuando Patxi López dijo que había que dar un toque a los jueces, calló cuando le advirtieron, calló y rechazó la propuesta del mes de noviembre del PP para reformar la ley, para tres meses después y un sinfín de dolor más tarde, acabar copiándola.
Prohens subrayó ante el plenario y ante una ministra de Justicia que iba empalideciendo por momentos que esta ley ha hecho un daño que, además, es irreversible:
Pero el daño es irreversible y usted, como juez, también lo sabe. El horror provocado es irreparable y ni siquiera han pedido perdón Todo gracias a una ley del ‘sólo sí es sí’ por la cual el Gobierno debe responder. Porque no solo es la ley de Irene Montero. Esto es la Ley Sánchez, la Ley Díaz, la Ley Marlaska, la Ley Llop, pero también la Ley Page, la Ley Andreu [presidenta socialista de La Rioja], la Ley Armengol. La Ley PSOE
Y acabó recordando casos sangrantes como el de Zamora en el que la víctima vuelve a ver en peligro su integridad física ante la salida ante de tiempo de su agresor:
Se imagina cuántas mujeres como la de Zamora tendrán que huir ante las amenazas de sus agresores puestos en libertad o cómo están las 56 víctimas de Andalucía que han pedido amparo a la Junta solicitando ayuda psicológica y jurídica.