Dolores (Argentina), 6 feb (EFE).- En plena pampa, a unos 200 kilómetros al sur de Buenos Aires, Dolores es ejemplo de lugar tranquilo, sin contratiempos y donde incluso se respetan las horas de siesta. Pero todo ha cambiado en solo un mes: escenario de uno de los juicios más mediáticos del país, la ciudad se ha puesto patas arriba y convertido en foco de todas las miradas.
Los alrededores de la Plaza Castelli -centro neurálgico del municipio, donde está el Ayuntamiento- han sido un constante hormigueo de personas desde que el 2 de enero comenzó, en los tribunales ubicados a solo una manzana, la vista oral del caso "Báez Sosa", como se apellidaba Fernando, un chico de 18 años asesinado, tras recibir una brutal paliza, a la salida de una discoteca de la ciudad de Villa Gesell, a unos 160 kilómetros al sur, en 2020.
Imágenes Julieta Barrera
Edición y locución: Annia Hidalgo Vargas