Sánchez no ha entendido nada y habrá que montarle pronto, antes de esas elecciones autonómicas y municipales que Feijóo pide que sean un plebiscito contra el jefe de la Coalición Frankenstein, otra como la de Cibeles.
Este 21 de enero de 2023 se celebró en el corazón de Madrid una enorme manifestación contra los tics anticonstitucionales y antidemocráticos del líder del PSOE.
Una protesta colosal, enorme, que la delegación del Gobierno reduce a 30.000 personas, pero como dice Juan Carlo Girauta: ¿qué importa la filfa cuando uno acudió a Cibeles y le consta que estaba a reventar?
Allí había más de 300.000 personas y no se quemaron contenedores; no se linchó a policías y no se dejó todo lleno de basura: la gente llegó al mediodía, se arremolinó en torno a la fuente cubriendo el asfalto desde Gran Vía a la Puerta de Alcalá y desde Neptuno hasta Colón, escuchó el manifiesto leído por dos chavales, coreó ‘Constitución’, ‘Democracia’ y ‘Libertad’; gritó ‘¡Viva España!’ y se marchó por donde había venido, sin un mal gesto ni una ordinariez.
De lo que han escrito al respecto en Twitter tipos como Echenique, Monedero y o ese Antonio Papell, que era tertuliano fijo de TVE con Rajoy, lo ha seguido siendo con Sánchez y continuará cuando llegue Feijóo a La Moncloa, no voy a decir ni mus, porque me parecen unos mamarrachos, pero si me parece reseñable lo que ha dicho su jefe, amo y benefactor.
Para minimizar la monumental protesta, todo lo que se le ha ocurrido a Sánchez es acusar a los asistentes de tener una visión ‘uniforme’ y ‘excluyente' de España.
Que el aliado del etarra Otegi, del golpista Junqueras y del chavista Iglesias se permita insultar a tantos españoles de bien y compararnos con los fanáticos independentistas que abucheaban al líder de ERC, mientras él sonreía como un lelo al lado de Macron, es para hacérselo mirar.
Poner el acento en las supuestas virtudes de la diferencia entre españoles y tachar de ‘excluyentes’ a quienes defienden la Constitución y la unidad de España, retrata al personaje.
Este tipo no ha entendido nada y habrá que montarle otra y todavía más grande, para que se entere.