Ayer contábamos como seis jueces del Tribunal Constitucional han bloqueado la reforma del Gobierno sobre la renovación del órgano. Explicábamos cómo la derecha judicial estaba dando un golpe al poder legislativo, y que, además, varios de estos jueces, [incluido el propio presidente], tienen el mandato caducado, es decir, que ni siquiera tienen legitimidad democrática.