La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, ha presentado un decreto ley con su primer paquete de medidas al frente del nuevo Gobierno y en él hay una norma para prohibir las fiestas rave, con una pena de entre tres y seis años de prisión y multa de entre 1.000 y 10.000 euros para quienes "organicen o promuevan" la reunión.
Para ello, este decreto modifica el Código Penal para sancionar "la invasión de terrenos o edificios por reuniones de más de 50 personas que sean peligrosas para el orden, seguridad y salud públicas".