El golpista Puigdemont ha conmemorado el quinto aniversario de su huida de la Justicia española, en el maletero de un coche, escribiendo una carta a la tropa independentista catalana, en la que desvela las últimas maniobras de Pedro Sánchez para garantizarle la impunidad.
En su extensa epístola, el prófugo lamenta que se haga "befa" y "escarnio" de su situación y subraya que vivir en una mansión de lujo, con sueldo de la Unión Europa y recibiendo constantes transferencias monetarias de sus afines, es un tremendo ‘sacrificio’.
No dice nada del rapero Valtonic y otros analfabetos y fanáticos que han ido a rendirle pleitesía a Waterloo, pero sí revela que durante su lustro de dorado exilio, ha recibido varias visitas de miembros del PSOE para proponerle 'soluciones felices'.
Aclara, quien fuera presidente autonómico de la Generalitat catalana, que esos mensajeros socialistas le han hablado reiteradamente de una reforma del Código Penal y un indulto, que posibilitaría su regreso triunfal a Cataluña.
Y escribe: "Seguro que Pedro Sánchez sabe de qué hablo".
Esa es la parte mollar de la carta de Puigdemont.
Lo realmente interesante de la misiva son las referencias que hace el golpista a las gestiones de Sánchez para resolver las cuitas judiciales de un sujeto, que se fugó como un conejo y que está huido desde 2017.
Por supuesto que el presidente del Gobierno socialcomunista sabe de qué habla Puigdemont.
Sólo recordarles que el tipo que propone ese apaño infame, es líder del PSOE y en campaña electoral, no hace mucho, proponía endurecer las penas por delitos como la sedición y que si llegaba al poder traería a Puigdemont por una oreja, para que rindiera cuentas ante la Justicia.
Acuérdense del detalle, cuando llegue la hora de votar.