En 2050, la población mundial se acercará a los 10.000 millones de personas. Esto supone que se tendrá que producir en torno a un 50% más de alimentos para poder garantizar su abastecimiento. Para alcanzar ese objetivo es imprescindible, como puso de manifiesto la FAO con la proclamación del Año Internacional de la Sanidad Vegetal en 2020, la protección de la sanidad de las plantas.
A pesar de que actualmente existen ciertas corrientes de desinformación y muchos bulos sobre la seguridad alimentaria, nunca la alimentación ha sido tan segura como ahora.
La Comisión Europea, a través de la Dirección General de Salud y Seguridad Alimentaria, establece protocolos y realiza estrictos controles.
Por ello, en el marco del Día Mundial de la Alimentación, es importante poner en valor el papel de la sanidad vegetal como herramienta esencial para que los agricultores puedan seguir produciendo, de forma competitiva y sostenible, alimentos seguros.