(Reuters)- Alí Jamenei defendió la represión de las manifestaciones que provocaron ya casi un centenar de muertes. Acompañado por militares, el líder espiritual de Irán puso fin a los rumores sobre su salud asistiendo a una graduación policial en la que habló de las protestas por la muerte de la joven Mahsa Amini. “Lo que está en juego no es el velo sino la república islámica”, dijo, lo que puede interpretarse como un respaldo a las fuerzas de seguridad que hasta ahora parecen indecisas.