(Reuters)- En cada funeral España generan casi 30 kilos de dióxido carbono lo cual urge tomar medidas contra tanta contaminación. La industria funeraria se recicla, pero las recomendaciones para reducir la huella de carbono van más allá. Por eso los socialistas españoles recomienda incinerar a los fallecidos vestidos con textiles naturales, reducir los procesos de manipulación de cadáveres con productos químicos y sobre todo utilizar ataúdes de maderas no tratadas o cartón ondulado.