Él es Jovam, el robot que ingresó a la cárcel limeña de Lurigancho, la más poblada del Perú, para apoyar a los maestros en la educación de los presos.
Su cuerpo de fibra de maíz baila, sus ojos parpadean cuando habla, responde a preguntas sobre Objetivos de Desarrollo Sostenible e incluso sabe alemán.
Nota:
https://noticiasncc.com/cartelera/articulos-o-noticias/09/26/jovam-el-robot-que-apoya-a-maestros-en-la-educacion-de-los-presos/
Foto de EFE-Paolo Aguilar