Juanma Moreno, presidente por mayoría absoluta, anuncia la eliminación del impuesto de patrimonio para atraer nuevos contribuyentes a Andalucía y evitar la fuga de empresarios.
Y la reacción del Gobierno Sánchez va de la histeria a la sorpresa, lo que parece de coña teniendo en cuenta que lo que dejará de recaudar el Ejecutivo andaluz, no es ni la mitad de lo que Griñán y compinches socialistas robaron con los EREs.
Y entre todos los ministros, destaca por desaforado José Luis Escrivá, quien aboga por una ‘recentralización fiscal’, para que las comunidades pierdan autonomía tributaria, argumentando que lo actual “es un despropósito”.
No todas las comunidades, sino sólo algunas y en concreto Madrid y Andalucía, que están gobernadas por el centroderecha.
En otras palabras: Escrivá propone desatar contra Moreno la misma guerra que el Gobierno socialcomunista lleva meses librando sin éxito contra Ayuso.
Como veo al ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones de Sánchez animado a defender las competencias del Estado frente a las autonomías, se me ocurre a botepronto proponerle una serie de asuntos urgentes, para reforzar a España como nación frente a los abusos de los insaciables políticos periféricos.
Lo primero es retirar las competencias educativas al Gobierno separatista de Cataluña, para que los hijos de los ciudadanos de esa región española puedan ejercer su derecho a recibir por lo menos un 25 % de las clases en el idioma de su nación.
Lo segundo debe ser que el Estado español recupere las cárceles del País Vasco, para que dejen de ser el spa de los terroristas etarras, previo a su salida a la calle.
La tercera consiste en eliminar los ventajistas cupos y foros fiscales que disfrutan vascos y navarros.
Lo cuarto y más importante, es que se aplique la Constitución en todos los rincones de España y que todos los españoles, al margen de colores, sexos, géneros o ideologías, seamos de verdad iguales ante la Ley.
¡Ánimo que hay tarea!